CRONICA / El fascinante viaje de los sueños con CAVISA
Ayer lo vi con su barba colorada y me transportó de inmediato a Macondo a Cien años de Soledad a la presencia de gitanos montaraces y es que algo de eso hay intrínseco en este personaje.
Escribió: “Las cinco noches del olvido”, tal vez la mejor novela que hemos leído en Pereira en el concurso regional de narrativa… y desde eso lo persigo para que tomen cuerpo mis letras en una crónica.
Hoy tiene traje de arcoíris, hace sonreír a miles con un bus, fomenta la literatura con pasión, dedicación y aire poético en los 14 municipios de la mariposa verde risaraldense.
No sé quién diablos lo puso cavisa, un seudónimo medio literario y circense, pero este poeta de la lectura, traza los sueños con pinceladas de buenos textos que convencen a grandes y chicos.
El en sí mismo es una fiesta, lo he visto disfrazado con sus talentosos hijos en el portal de cine Colombia de jedi, o delirado de literatura en un parque central, lo he confrontado cuando le echa piropos a la vida, a la esencia del ser intelectual que lo atormenta, a mandado al carajo al qué dirán, es autentico, sutil, profundo y a veces cuando se hace necesario: lenguaraz.
Cavisa es un genio de la cultura que le coloca traje de poesía a nuestros sueños urbanos y al paisaje rural.
Es facilitador de las soluciones pacificas y deliberadas en tiempos precisos de paz de los problemas cotidianos de la vecindad.
Por ello el bibliobús TRAZASUEÑOS, penetra despacito hasta las zonas más apartadas que la quebrada geografía risaraldense, e instala su mágica carpa con el permiso natural del paisaje…
Carlos Vicente Sánchez “Cavisa” le roba las dos iniciales a su tiempo, y esa faena incluye un pequeño ejército de muñecos y títeres, con hilos mágicos de humor y sabiduría popular, que aupados por la música se tornan en memorables jornadas lúdicas y culturales.
Luego, lo veo llegar entonces como un volador de ilusiones, intercambiando palabras a veces hasta con el silencio o la risa…Es igual de natural como cuando el rocío de la mañana lo descubrió para desbordar su talento que se nos ha vuelto necesario presenciar en las tardes de letargo, en las noche de bohemia, o bien, en las fechas sin calendario que solo el tiempo se encargó de contar…
