Permitir que surjan nuevos liderazgos, pide Juan Manuel Santos a Álvaro Uribe

El país está hasta la coronilla e indignado por peleas entre expresidentes y en particular Uribe vs Santos.

En respuesta a su colega y exsenador Álvaro Uribe Vélez por la reciente denuncia penal que le instauró por unas supuestas llamadas a magistrados, el expresidente Juan Manuel Santos le pidió al jefe del Partido Centro Democrático «no dar más lata y permitir que surjan nuevos liderazgos para que afronten los retos que hoy tiene el país: la pobreza, la desigualdad, la inflación, la deuda, la inseguridad, todas disparadas».

En una carta abierta que publicó en su cuenta en Twitter, Santos le dice a Uribe que el país entero está hasta la coronilla e indignado por las peleas entre los expresidentes y en particular Uribe vs Santos.

“No me sorprendió su última denuncia penal», afirma Santos y añade: «Estoy acostumbrado a sus acusaciones falsas y a sus ataques sin fundamento. Han sido demasiado en más de diez años. Dijo que recibí US$13.5 millones del narcotráfico tres días antes de la segunda vuelta en 2014; que, como el más auténtico castro-chavista, y con la complicidad de EE.UU., Europa, Rusia, China, Cuba y Naciones Unidas, le entregué el país a las Farc en el Acuerdo de Paz; que fui el responsable, con la inteligencia británica, del reloj con que grabaron al testigo que hoy lo tiene acorralado; que fui el culpable de su detención, porque tengo, supuestamente, absoluto control de la Corte Suprema de Justicia; que mi gobierno recibió coimas y, mi campaña, dineros de Odebrecht, cuando las únicas coimas probadas por contratos adjudicados fueron pagadas a altos funcionarios suyos” .

“En fin la lista de infundios es interminable”, precisa Santos y cita el último y más reciente: “Que yo llamé a magistrados de la Corte Constitucional para que negaran una tutela que usted interpuso. Nada más contrario a la realidad, como ya se comenzó a saber. Esa acusación al igual que todas las anteriores, quedará como lo que es: otra cortina de humo para producir efectos mediáticos y políticos», asegura Santos

Tras señalar que «el país entero está hasta la coronilla e indignado por las peleas entre los expresidentes y en particular Uribe vs. Santos», el exmandatario liberal le advierte: «Como lo he dicho en tantas ocasiones, seguir peleando con usted no me interesa. A nadie le interesa”.

Agrega Santos que la estrategia de pelear con él ya no le funciona e invita a Uribe «a cambiar sus permanentes hostilidades verbales por el respeto a las diferencias y un manejo civilizado de nuestras discrepancias».

«Ambos tuvimos un inmenso honor que no ha tenido ningún otro mandatario: presidir este país por ocho años seguidos. Hicimos lo que pudimos. La historia nos juzgará. Pero el turno ahora es de otros. Nunca es bueno aferrarse al poder. Le hariamos un gran servicio a Colombia si en lugar de dar tanta lata- por ejemplo en estas elecciones como yo ya procuro hacerlo- permitimos que surjan nuevos liderazgos para que afronten los inmensos retos que hoy tiene el país: la pobreza, la desigualdad, la inflación, la deuda, la inseguridad, todas disparadas».

«Cómo resolver estos problemas es lo que la gente quiere oir. No a los expresidentes peleandose como perros y gatos. El desafío es inmenso pero – repito- ya no es nuestro», puntualiza Santos.

Finalmente, Santos le dice a Uribe que «»no tenemos que ser amigos, tal vez nuestras diferencias son demasiado profundas, pero sí tenemos la obligación como expresidentes de no agredirnos y más bien dar ejemplo de esa moderación y prudencia que tanto pregonaba Washington. Sería un buen y oportuno mensaje en medio de tanta polarización, alimentada por el miedo y el odio».

«No en «la paz de Santos» que a usted no le gusta, sino en la paz del espíritu, la que todos los seres humanos debemos buscar», concluye Santos luego de invitar a Uribe a seguir el ejemplo de los expresidentes estadounidenses Adams y Jefferson. «Ambos gobernaron uno detrás del otro, como usted y yo. Ellos fueron aliados y después acérrimos rivales, como usted y yo. Pero antes de morir tuvieron la inteligencia de reconciliarse para partir sin odios y en paz. No en ‘la paz de Santos’, que a usted no le gusta, sino en la paz del espíritu, la que todos los seres humanos debemos buscar”.

 

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