OPINIÓN / Las enseñanzas de la política
Quienes gustamos, vivimos y creemos en la política como un sano instrumento para hacer esfuerzos direccionados hacia el hecho de que el diario acontecer social, político y económico se encamine a que los habitantes de un territorio tengan al menos mejores condiciones de vida, precedente de escalar hacia un estar superior que caracteriza una sociedad con nivel de vida digno, y el máximo alcance cuando se llega a tener calidad de vida, a lo mejor aun nos causa dificultad hallar una explicación a los últimos acontecimientos en el País, y mucho más identificar la justificación del porqué se presentaron éstos. A pesar de ello en actitud de arriesgo, seguramente se puedan hacer las siguientes apreciaciones:
1ra. La gente no vota por el más bueno sino por el que va a ganar, expresión que parece ser inspiró al Dr. Juan Carlos Vélez Uribe – Gerente de la campaña del No en representación del Centro Democrático (Véase entrevista en el Diario Económico La República del 05-10-16), y confesó que por analogía aplicó bien el arte de saber “vender mentiras”, entendiendo que era una votación y no una elección.
2da. Las victorias tienen muchos padres y las derrotas son huérfanas, permite intuir que el prolongado silencio del Sr. Ex presidente Cesar Augusto Gaviria Trujillo, acostumbrado a ganar en las contiendas electorales de mayor importancia a lo largo de su vida política, tiene referencia directa con esta expresión, lo cual le sucedió como responsable principal de la campaña promotora del Si, y como tal le toca pensar y aceptar que nunca es tarde para perder, el deseo es pensar que por los afanes del corto tiempo de campaña no alcanzó a percatarse que habían actores también responsables de la campaña por el Sí, que estaban actuando enfocados en las elecciones para congreso de marzo del año 2018, mientras los Señores del Centro Democrático estaban bien organizados y ordenados haciendo la campaña por el No, en un trabajo diario con largas e intensas jornadas, a lo cual agréguese que a los ciudadanos del común no se les propició un espacio con el cual se pudiese aprovechar todo lo bueno que podían aportar.
3ra. Perder es ganar un poco – de la filosofía Maturanesca, Quienes el pasado domingo vimos en el rostro del Sr. Presidente de La República, reflejada una escena más que de sentimiento de una derrota, era la de una frustración y/o a lo mejor una manifestación de impotencia frente a la tozuda realidad. Le tocó asumir su papel de aquilatado Jefe de Estado, y con su intervención, más las decisiones de dialogo con voceros tanto de la campaña por El No, como también con los del Si, demostró que tocaba ser pragmático y emular bajo la enseñanza Maturanesca en el propósito de no desfallecer en el gran propósito de la búsqueda por dejar un País en Paz, y mientras tanto los representantes de las Farc, con su actuar demostraron y siguen demostrando coherencia en que su única “arma” para la lucha política es la palabra de tal forma que fueron los primeros en atinar a interpretar como una expresión de la sociedad civil organizada y no organizada las 14 manifestaciones de jóvenes pidiendo que se dé la dinámica natural los acuerdos de La Habana (el deseo es pensar que si un 70% de éstos manifestantes, según sondeos en las marchas no fueron votantes el domingo anterior, son un indicador de lo que ese 62% de colombianos aptos para votar, con su actitud abstencionista representan el País que expresa que más allá de terminar el conflicto armado con las Farc, se debe iniciar ya a recorres un camino con muchos obstáculos, reflejados en la creciente corrupción que permea todos los sectores y estamentos).
Al Dr. Juan Manuel Santos Calderón, le asiste la tarea inmediata conformar otra comisión que represente a los 21 millones y medio de Colombianos que a través del silencio son la expresión de esa Colombia, que los estudiosos de los ejercicios electorales olvidan analizar y hacerle el juicioso seguimiento para saber cómo influencian a los que si son sufragantes, Sr. Presidente su enseñanza es que perder para ganar no es perder, lo cual se demuestra con creces al otorgársele el Premio Mundial de la Academia de Ciencias con sede en Oslo, como nuestro Nobel de Paz.
Fraternalmente,
Mg. Omar de J. Calderón Osorio
Presidente Amigos del Progreso
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