“Los pereiranos perdimos nuestra marca más preciada”: Gallo

Juan Pablo GalloComo pereirano, me siento triste. La ciudad en la que crecí y me formé pierde uno de los activos más arraigados en el corazón de sus habitantes: el Zoológico Matecaña.

Si bien es necesario el progreso, mediante proyectos que hagan conocer a Pereira entre las ciudades del mundo, este deseo no puede pasar por encima de los afectos populares ni pueden contribuir al detrimento del patrimonio público.

Detrimento porque con el dinero público se le compró a la Sociedad de Mejoras la marca Zoológico Matecaña y su colección de 520 animales pertenecientes a 130 especies, por 12.500 millones de pesos.

Si este conjunto hubiese pasado al Parque Temático, como tal, no se consideraría una pérdida, pero al día siguiente el INFI abrió un concurso y cambió la marca por Ukumarí, con lo que se perdieron 64 años de trabajo y de posicionamiento de una marca entre el público colombiano y el extranjero. Se pagó mucho dinero por una marca que no se utilizó. Se pagó para acabarla y se pagó aún más dinero para crear y lanzar una nueva, que requerirá mayor inversión para su posicionamiento.

También se perderá el saber hacer del personal de cuidadores y demás trabajadores del Zoológico, que durante años ha adquirido conocimientos y lazos afectivos con los animales que ningún certificado puede compensar porque, al parecer, solo diez podrían ser contratados en el nuevo parque.

Y como si fuera poco, de la colección de 520 animales, al Parque Temático solo pasarán 60, mientras que los demás corren la suerte de un futuro incierto, pues el Municipio ya ha dado muestras de estar encartado con ellos, a través de versiones que ha difundido: porque muchos están viejos y enfermos, porque los iban a intercambiar, vender o regalar, y prueba de ellos es el polémico viaje a Miami del Alcalde de Pereira para adelantar las supuestas negociaciones. Por eso repito la pregunta obligada que han formulado los líderes de opinión de la ciudad: ¿Qué fue lo que compramos los pereiranos?

El Bioparque Ukumarí no es un zoológico, sino un parque de diversiones que involucra otros atractivos, la colección de animales es solo uno de ellos. Hoy es la gran apuesta del Municipio en materia de turismo, la sociedad espera que su rentabilidad le convenga al desarrollo de la ciudad, pero sus resultados son inciertos, pues no sabemos cuál es la tasa de retorno, ni cuál el cierre financiero.

El desconocimiento de cómo se forjó el Zoológico, del esfuerzo de nuestros ancestros, de nuestra historia, tiene los corazones de los pereiranos con tristeza por la desaparición de uno de nuestros tesoros más preciados.

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