COLUMNA DE OPINIÓN / Si yo fuera
El Sr. Presidente de la República Dr. Juan Manuel Santos Calderón Osorio, más que hablar de los amigos (ya somos más del 72% de los colombianos) y en especial de los enemigos, de la Paz, señalaría claramente con nombres propios quienes son los directos e indirectos interesados en el negocio de la guerra, para llamar así las cosas por su verdadero nombre.
El Sr. Escritor Héctor Abad Facio Lince, a propósito de su última novela titulada La Oculta, redactaría un documento, en el que deje claro que una cosa es terminar un conflicto armado de muchos años, otra cosa es alcanzar la verdadera Paz, y otra cosa es que los colombianos puedan percibir y recibir los beneficios de no seguir como sujetos de la violencia económica. Seguramente se entenderá que bien distinto es lo oculto a lo secreto.
El Responsable de una reforma seria y cierta al sistema judicial colombiano (si es que de verdad se tiene), empezaría por salvar las Altas Cortes quitándoles la función nominadora de los titulares de los Entes de Control y la Registraduría, (léase dejar el clientelismo sólo en manos del poder ejecutivo y con menor participación del poder legislativo), pues a menudo y con suficiente razón, se señala que éste es un hecho generador de compadrazgos dañinos a la democracia colombiana. A lo mejor mucho profesional del Derecho llegaría a ser miembro de las Cortes, sencillamente por sus méritos y no por temor o indebida reverencia a la máxima autoridad de La Procuraduría General de La Nación, de La Contraloría General de La República y demás.
Edson Arantes Do Nascimento (Pelé), Destacaría que su máxima enseñanza no está en la práctica del futbol, sino que está en haberle demostrado a la humanidad entera que la clave está en retirarse a tiempo, para seguir siendo el Rey.
Un candidato a la Alcaldía por ejemplo de Dosquebradas, Pereira, Medellín Bogotá entre otras, me ocuparía fuertemente de presentar una propuesta direccionada a resolver el gran problema de las dificultades para la movilidad vial, Por ejemplo, explicaría de qué forma establecería las moto-rutas, basta con saber que en Colombia ya hay 6.000.000 de motos rodando por todo su territorio.