Se empieza a esclarecer el asesinato del Presidente Haití, Jovenel Moise

Como solo un asunto de «actividades mercenarias», tildó el general Luis Fernando Navarro, comandante de las fuerzas militares de Colombia, la presencia de un grupo de ex militares de su país en Haití, señalados de participar en el asesinato del presidente de esa nación, Jovenel Moise.

«Este es un tema propio de actividades mercenarias; están alrededor de temas netamente económicos, presumimos nosotros y es lo que hemos podido verificar hasta el momento», aseguró el oficial, en conferencia de prensa en la sede de Interpol en Bogotá.

En total serían 15 los ex militares colombianos arrestados en Haití vinculados con el magnicidio, además de otros dos que murieron a manos de autoridades de esa nación antillana.

Los ex militares habrían sido reclutados por empresas locales dedicadas a surtir el mercado internacional de mercenarios.

Según el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía, las autoridades investigan a cuatro empresas, cuyos nombres no se divulgaron, que estarían detrás del viaje de los ex militares, primero a República Dominicana y luego a Puerto Príncipe.

Se trata de «cuatro empresas donde se haría el reclutamiento, la agrupación de estas personas para producir los viajes y esto hace parte precisamente del esclarecimiento», precisó Vargas.

Para el general Navarro el tema de los mercenarios colombianos en el extranjero es un asunto «que ha venido de tiempo atrás» y recordó que no existe ninguna norma local que «impida» que hombres que estuvieron en las fuerzas militares y recibieron entrenamiento antiguerrillero sean «reclutados».

El director de la policía presentó los itinerarios de viaje de al menos 11 de los ex militares arrestados y de los dos que murieron.

Según su explicación, inicialmente partieron dos de ellos el 6 de mayo en la ruta que de Bogotá hace escala en Ciudad de Panamá y concluye en Santo Domingo; cuatro días después pasaron a Puerto Príncipe.

Los demás colombianos, que presuntamente estarían involucrados en el crimen de Moise, partieron el 4 de junio desde Bogotá rumbo a Punta Cana, dos días después ingresaron a Haití por el paso fronterizo de Carrizal.

Vargas explicó que han recibido dos pedidos por parte de Interpol en Puerto Príncipe para obtener información de los ex militares colombianos y de personas de otras nacionalidades que harían parte del grupo de sospechosos del homicidio.

 Sin embargo, el oficial negó informar, por asuntos protocolarios y de la investigación, la nacionalidad de los supuestos extranjeros que también estarían involucrados en el crimen.

El general solo entregó los nombres y rangos que tuvieron en el Ejército los colombianos detenidos y muertos.

Para ayudar en el esclarecimiento de lo ocurrido, el presidente, Iván Duque, ordenó hoy a los directores de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) y de la Inteligencia de la Policía viajar a Haití para «brindar todo el respaldo» y «unirse al esfuerzo de las autoridades de la nación hermana», en el propósito de saber cómo y por qué se perpetró el crimen.

El diario El Tiempo de Bogotá aseguró que un «informante» les habría dado nuevas pistas sobre el magnicidio que desvincularía a los ex militares colombianos, versión que coincidiría con los dichos del senador haitiano de oposición Steven Benoit a una radio de su país, según la cual el crimen fue cometido por los propios «agentes de seguridad» del presidente Moise.

De acuerdo a la versión del rotativo, los ex militares colombianos llegaron una hora y media despeñes de ocurrido el crimen y se encargaron de transportar a la primera dama a un centro hospitalario y luego le brindaron protección a la hija del jefe de Estado asesinado.

«De ser cierta esta versión, no habrían participado ni en la tortura ni el crimen del presidente de Haití», dijo El Tiempo en su versión online, en la que precisó que la razón de a presencia de los ex militares colombianos en ese país estaría relacionada con protección particular en zonas exclusivas de la capital.

El general Navarro reiteró que tanto las fuerzas militares como el gobierno de Colombia rechazaban el crimen y ponían a disposición de Haití todas sus «capacidades de inteligencia y contra inteligencia» para «aportar la información» que permita esclarecer el magnicidio.

Tanto el oficial como el general Vargas insistieron en que los colombianos arrestados en Puerto Príncipe ya no eran militares, puesto que abandonaron el Ejército entre 2018 y 2020, y eran ahora simples «civiles». 

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