Niñez robada

Uriel Escobar Barrios

En la niñez se gestan los sueños que se convierten en realidad en la etapa adulta. Para que esta semilla de la ilusión incubada en la joven mente  pueda germinar, crecer, florecer y dar frutos apetitosos se requiere un terreno previamente abonado por el afecto, el respeto a sus derechos y la confianza que sus padres, y luego el entorno, ayudan a construir durante la primera infancia. A miles de niños y niñas de Colombia se les niega esa posibilidad y se les truncan los ideales de jugar, compartir con su grupo de pares y soñar con ser los futuros Ronaldo, Messi o, por qué no, Maluma o Shakira. A muchos de ellos, en un país tan desigual desde el punto de vista socioeconómico, desde su nacimiento se les vulneran sus más elementales derechos: grupos armados al margen de la ley los reclutan para convertirlos en carne de cañón de una guerra fratricida cuyo propósito es enriquecer a unas mafias dedicadas al narcotráfico y al dominio territorial de grandes extensiones de tierra de las que despojan a sus verdaderos dueños. En nuestra nación  se repite diariamente la dolorosa historia del arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 por pregonar la paz en su región, junto con el niño Andrés Eloy Pérez, de tan solo 10 años, y a quien le gustaba “el río, jugar al fútbol y estar ausente”, como lo cuenta el cantautor panameño Rubén Blades en la canción titulada El padre Antonio y su monaguillo Andrés que inmortalizó esta historia.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y  el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) presentaron recientemente el Estudio de Caracterización de Niñez Desvinculada del Conflicto Armado entre 2013 y 2022, en el cual se analizó la situación de 2181 niños, niñas y adolescentes víctimas de reclutamiento. Los departamentos más afectados fueron: Antioquia (13.94 %), Chocó (13.25 %), Cauca

(12.93 %), Nariño (10.82 %), Caquetá (8.48 %), Arauca

(5.87 %), Meta (5.59 %) y Putumayo (5.14 %); por su parte, entre los tres municipios más golpeados estuvieron Tumaco (Nariño), Cáceres (Antioquia) y Tadó (Chocó); y ña edad promedio de reclutamiento fue de 14: 12 años para hombres y 13,8 para mujeres. Cabe resaltar que la situación no ha mejorado. Un informe preliminar de Medicina Legal refleja la dramática situación actual de nuestros jóvenes: ¡en enero 2025 murieron en combates y en enfrentamientos armados nueve niños y jóvenes en las filas de los grupos ilegales!

 

Las palabras de la representante de UNICEF, Tanya Chapuisat, son contundentes al referirse al drama que padecen los menores de edad en gran parte del país: “Las niñas y niños deben estar en sus colegios, jugando, aprendiendo y en entornos protectores con sus familias, jamás en la guerra: garantizar el acceso a derechos a la niñez más vulnerable que habita principalmente las zonas rurales y urbanas con presencia de grupos armados ilegales y fomentar la consolidación de estos entornos protectores, son necesidades sentidas, abordarlas ayudará a prevenir que el reclutamiento, uso y utilización sigan en aumento”.

 www.urielescobar.com.co

 

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