La Comedia: herramienta favorita

Volví a verlo, y el sentimiento fue extraño: me sentí niño y adulto al mismo tiempo.

No hay nada mejor que liberar las tensiones que deja un temblor que disfrutar una comedia en familia.

Y es que ese señor actor y director  todo «bonachon»  que es Charles CHAPLIN está otra  vez aquí, pero ahora en una pantalla gigante de Cine Colombia, asaltándonos con su fino humor, con su puesta en escena perfecta, con el blanco y negro, que me recordó esa sabana grande en la escuela, con un proyector que dejaba una estela de humo y uno la seguía hasta el fondo de la pantalla para ver a Tarzán o  a Chaplin, o unos años antes por solo treinta centavos,  y (de ahí mi apodo de «Jairo Treinta»), porque siempre pedía esa suma exacta a mi madre Carolina, para volarme para el teatro de mi pueblicito de solo diez calles pavimentadas Marsella y meterme debajo las tejas de la estrecha sala para dejarme llevar  luego, vestido de imaginación que me regalaba sin permiso  el traje del séptimo arte

Nada me importaba en este mundo, solo gastarme los sesenta minutos en celuloide. Porque CHAPLIN siempre quiso que todo fuera una contradicción: los pantalones holgados, la chaqueta estrecha, el sombrero pequeño y los zapatos grandes.

Ahora he visto emocionado aquí en Pereira  EL CHICO, cuyo filme está inspirado en al crudeza de su infancia, porque la película nos cuenta precisamente las travesuras diarias por las que deben pasar dos vagabundos para sobrevivir.

Vendrán otras fechas y otros títulos memorables como TIEMPOS MODERNOS, EL GRAN DICTADOR Y EL CIRCO, todos imperdibles.

Y por último la frase memorables que nos regaló además el más grande genio del cine:

«La vida es una obra de teatro que no permite ensayos…Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intesamente cada momento de tu vida»…

La verdad es que yo hoy lo hago…pero  y usted?