De Vicky Dávila a María José Pizarro

María José Pizarro, recuerde que soy periodista hace 33 años, todos los escándalos que menciona se conocieron básicamente por la prensa y como reportera los cubrí y ahí están las evidencias de mis posiciones en más de 3 décadas de ejercicio profesional.

No tengo nada que ocultar. Haga la tarea, búsquelas y ratificará que siempre he estado en contra de la criminalidad, sin importar de qué gobierno se trate. Sin embargo, políticos como usted han guardado un silencio ensordecedor frente a la corrupción y la criminalidad en este Gobierno.

Ahí está la diferencia, yo siempre he sido coherente. Le pido que me cuente más bien si usted ha rechazado:

1- Lo que hizo Nicolás Petro, quien además confesó lo que pasó en la campaña de su papá y toda la corrupción.

2- ¿Le dijo algo a Laura Sarabia por el polígrafo y las chuzadas a su ex niñera Marelbys Mesa? O ¿le siguió rindiendo pleitesía?

3- ¿Le parece correcto el escándalo de corrupción que azota al Gobierno Petro por el robo de la plata de los colombianos en la UNGRD?

4- Los Ministros y otros altos funcionarios salpicados por Olmedo López y Sneyder Pinilla, ¿a caso usted ha pedido su renuncia y judicialización?

5- No la vi asqueada con los reveladores audios de Armando Benedetti confesando que si habla se hunden todos y se van a la cárcel. Tampoco habló usted de los 15.000 millones de pesos. Ni de la posible financiación ilegal de esa campaña y la posible violación de topes.

6- Tampoco le escuché una sola palabra con los audios en los que Aida Merlano amenazaba a Petro con contar toda la verdad sobre la campaña, Maduro y Venezuela.

María José, usted pertenece a un Gobierno lleno de corrupción. Usted se hizo elegir con esa fuerza. La apoya, guarda silencio frente a su infamia, y peor aún, la quiere perpetuar y representar.

Yo, siendo usted, renunciaba por dignidad y decencia. Un político que se queda en un lodazal como el de este Gobierno, con tanta porquería, simplemente es igual y cómplice.

Y eso sin contar que ustedes han querido disfrazar de héroes a los más criminales de la historia… de eso hablamos después.