Asciende a 22 la cifra de muertos por ataque suicida en Manchester
El hombre que perpetró el atentado en un concierto de Ariana Grande murió al detonar una carga explosiva, que dejó además 59 heridos.
El jefe de policía de Manchester, Ian Hopkins, dijo que el hombre hizo estallar “un dispositivo explosivo de fabricación casera” en la Arena Manchester cuando cerca de 20.000 asistentes, en su mayoría adolescentes, partían del recital de la cantante pop estadounidense.
Un balance preliminar de la policía informó sobre 19 muertos y 50 heridos, atendidos en seis hospitales, cifras que aumentaron con el amanecer.
Varios niños figuran entre los 22 muertos en el atentado, informó hoy el jefe de Policía de esa ciudad, Ian Hopkins, en una rueda de prensa.
La policía comenzó a tratar el asunto como un atentado terrorista sin descartar otras hipótesis, según informó preliminarmente en su cuenta de Twitter.
Algunas hipótesis indicaban que era posible que las detonaciones hubiesen sido causadas por el equipo de sonido del concierto. Un portavoz de la cantante indicó que ella está a salvo.
Varias estaciones del tren de la ciudad se cerraron como consecuencia del incidente.
El ataque se produce a menos de tres semanas de las elecciones generales en el Reino Unido, previstas para el 8 de junio. La campaña fue suspendida por orden de la Primera Ministra.
El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn (quien está tomando mucha fuerza frente a May en los últimos días), envió, asimismo, sus condolencias a las víctimas. “Terrible incidente en Mánchester. Mis pensamientos están con todos aquellos afectados y con nuestros magníficos servicios de emergencias”, afirmó en Twitter el líder de la oposición. El líder del Partido Liberaldemócrata, Tim Farron, por su parte, condenó el “horrible” ataque contra “niños y jóvenes que, simplemente, estaban disfrutando de un concierto”.
La última vez que el Reino Unido sufrió un atentado terrorista fue en marzo, cuando un hombre embistió con su carro a los transeúntes que paseaban cerca del Parlamento, antes de matar a un policía que custodiaba el edificio. El ataque dejó seis víctimas.