En Colombia, hay 3 millones de niños sin vacunarse contra el Covid-19

Datos del ministerio de Salud, que reflexiona sobre los impactos en los menores.

Ansa Latina / Al menos tres millones de niños colombianos que recién retornaron a los salones de clase aún no se vacunaron contra el Covid-19, informó este viernes el ministerio de Salud.

La cartera sanitaria también reflexionó sobre los daños a la salud mental de los menores, durante los cerca de dos años de la cuarenta, en los que las pantallas reemplazaron a los pizarrones.

«Hoy, que están ingresando a las instituciones educativas, hay más de 3 millones de niños que no se han acercado a los puntos de vacunación contra el Covid-19», precisó Claudia Cuéllar, subdirectora de enfermedades transmisibles del Ministerio de Salud.

La funcionaria invitó a los padres y tutores de los menores estudiantes, entre los 3 y 11 años, para que «rápidamente tomen consciencia y lleven a los niños a su punto más cercano de vacunación».

A la fecha unos 4 millones de niños, el 57% de esta población, ya fueron inmunizados.

Sin embargo, «los queremos a todos protegidos y felices», urgió Cuéllar.

A propósito de felicidad, Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del mismo Ministerio, recordó que las cuarentenas sirvieron para frenar los contagios, pero causaron estragos en la salud mental de los menores.

Bautista recordó los datos de una encuesta hecha a 651 hogares del país, por parte del Instituto Colombiano de Neurociencias de Colombia.

El estudio arrojó que el 88% de los niños padecieron de alguna enfermedad mental y de comportamiento durante el encierro, mientras que el 42% sufrió afectaciones en sus habilidades académicas.

«Existen diferentes riesgos a los que se exponen los niños, niñas y adolescentes durante los brotes de enfermedades», planteó Bautista.

Entre ellas la negligencia parental, el estrés, la violencia intrafamiliar y el maltrato infantil físico y emocional.

«El confinamiento en el hogar y el aislamiento social se pudieron relacionar con un impacto negativo en algunos niños y adolescentes, no solo a nivel psicológico sino también físico», conjeturó la funcionaria.

El confinamiento también afectó la socialización, generó ansiedad y provocó preocupación por el futuro, sobre todo en hogares donde no se supo tramitar el impacto del encierro.

«El colegio es un espacio y una oportunidad fundamental en el desarrollo de un niño, niña o adolescente, por eso ahora que vuelven al 100% de la presencialidad, debemos aprovechar esta oportunidad», aseguró Bautista.

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