Cuadros y sofacamas: distinción y comodidad en el hogar

Una frase inspiradora, una postal turística, una pintura abstracta, un motivo histórico. Un cuadro puede ser pensado como una pequeña ventana hacía nuestros gustos. A través de ellos se comunica y da cuenta de una percepción del mundo. Y por qué no decirlo, puede transportarnos, desde la comodidad de nuestro hogar, hacia otro escenario deseado.

Desde ya es importante tener en cuenta que, de acuerdo al ambiente de cada casa, debe elegirse la figura que mejor resalte ese espacio En la actualidad es posible imprimir y tratar digitalmente cualquier imagen que nos conmueve en redes sociales o que nos surja de nuestra imaginación.

En cualquiera de los casos, para un ambiente, armonía sigue siendo una palabra clave para que las decisiones más personales no sean una interferencia con el entorno y sí un potencial.

Cuadro por cuadro

La idea de un cuadro seguramente nos remita a algún museo o galería de arte de la ciudad. Sin embargo, cada vez es más extensivo el uso de imágenes enmarcadas como un atributo en la decoración hogareña. En ese sentido, la pandemia de COVID-19 contribuyó también a transformar a la casa, en la mejor distracción. Y si era con un toque de gracia, mucho mejor.

Como primera aproximación, hay que diferenciar los tipos de cuadros según el material con el cual están hechos ya sea lienzo, lona vinílica, aluminio, PVC, madera o  metacrilato. Los de uso más extendido son los de lienzo y de lona vinílica así como resultan más sencillos de ubicar.

Porque, es cierto que, más allá del revestimiento, los cuadros poseen una funcionalidad simbólica y creativa según el lugar que ocupen y el motivo que expresen en el conjunto de un interior.

Cuadro a la vista

Así es que los cuadros decorativos son los que cumplen la misión de acompañar un sitio como, en líneas generales, un elemento más de la casa. Su presencia es sencilla y levemente notoria: lo suficiente como para elevar la vista de un nuevo visitante pero sin hacerlo sentir invadido. Pueden conformar dípticos o trípticos, a manera de panel artístico, de acuerdo a la dimensión de la pared.

Si se consideran cuadros para sala en la decoración se debe definir si lo que se busca es un cuadro de dimensiones pequeñas, grandes o chicas, tanto como el carácter simétrico en sus bordes o apostar a cuadros modernos con bordes irregulares: ideales para impresionar y dejar pensando a quien lo visualiza.

También, los cuadros para sala comedor suelen obedecer a motivos culinarios, o emparentados con la buena vida de olores y sabores. Como un buen plato servido a la mesa, este tipo de cuadros son más coloridos e ingresan por la vista para transmitir sensaciones.

La vida color sofá

A diferencia del sillón, el sofá, tal como el significado de su palabra refiere, es un “asiento para dos o más personas con respaldo y brazos”. Esta comunión nos acerca a una idea de descanso como posibilidad de encuentro.

Como su denominación lo indica el sofácama permite sentarse y recostarse con el fin de distenderse luego de una ardua jornada laboral, o aprovechar el momento para dormir, ver una serie, leer una buena novela o, sencillamente, para meditar mirando algún cuadro elegido para despejar la mente.

Saber de sofá

Sofá camas modernos o sofá camas con diseños clásicos, con colchón individual o matrimonial, de brazos ondulados o rectos, con patas cortas de hierro o con apoyo en el piso, si hablamos de sofás es necesario distinguir qué tipo de comodidad se pretende y  qué espacio físico hay en el hogar.

Cada sofá tiene distinta identidad siendo la apertura una de las claves para inclinarnos por alguno de ellos.  Por su forma de abrirse, se distinguen el sofácama desplegable o de apertura simple, también conocida como “apertura libro”. Es el de uso más tradicional, y el más elegido. El metal con el que está armado permite su cambio de posición o inclinación con un esfuerzo mínimo: el más práctico para abrir y cerrar.

El de apertura horizontal de dos o tres plazas cuenta con cama para que duerman una o dos personas y su distinción radica en un colchón paralelo a la pared y no en sentido perpendicular, como suele ser norma, con otros tipos de sofá.

El sofácama de apertura italiana, por su parte, se caracteriza por agilizar la conversión de sofá en cama simplemente inclinando hacía adelante la parte central para que, de este modo, el espaldar y los almohadones que lo constituyen queden por debajo del armado de la cama. Por su rapidez y practicidad en el espacio físico que ocupan, son una opción recomendable.

Otras Aperturas

El sofá cama de apertura delfín imita el movimiento de este cetáceo al salir del mar. Presenta apliques extraíbles que hacen más preciso el agarre, a la vez que concentra en su armado, un arcón para guardar allí las almohadas.

El sofá cama pequeño, con una dimensión promedio de 140 x 180, es ideal para departamentos y cuartos pequeños como alternativa al colchón de cama, para evitar el desgaste prematuro de los resortes.

Por último, si la pretensión es no gastar demasiado, hay una gama de sofácamas económicos, conocidos como futones, caracterizados por su versatilidad. La definición de futón deriva de un estilo tradicional de cama japonesa. Están hechos mayormente de madera y tienen cojines cómodos con resortes en su armado, que facilitan el abrir y cerrar.

Colores para armar

El color de tela elegido para el sillón puede dialogar con las tonalidades del cuadro elegido para decorar el hábitat cotidiano, sin temer al contraste: paredes claras, formas vistosas; paredes pintadas con tonos oscuros, lienzos de colores vivos.

Además, otra regla esencial para compartir es que el cuadro sea menos ancho que el sofá para que no desborde desde la perspectiva, atentando contra la armonía mencionada al principio.

Sencillos y finales consejos para complementar la mejor vista posible, con la mayor comodidad en el hogar, porque en un hogar armónico la mente también se sana.