Salud mental en la pospandemia

A nivel global se ha presentado una verdadera emergencia que aún no termina. La máxima autoridad sanitaria del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en cabeza de su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que la infección por Coronavirus, cuyos primeros casos fueron detectados el 1 de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, ubicada en la parte central de China, era declarada como una pandemia (propagación mundial de una nueva enfermedad). Las repercusiones de esta nueva pandemia se han visto reflejadas en un cambio drástico en las relaciones interpersonales: los saludos ya no son dándose la mano, besándose en la mejilla o con abrazos; han sido reemplazados por venias, toque de codos o con un simple hola a prudente distancia. A nivel económico hay un incremento de los niveles de pobreza de la mayoría de las poblaciones a nivel mundial, a expensas de sectores de clase media, pobres y vulnerables. Desde el punto de vista psicológico las personas se sienten más vulnerables y temen enfermar o morir.

Ahora bien, después de la pandemia van a aflorar muchos más problemas mentales, que se convertirán (algunos de ellos) en trastornos de estrés postraumático, algo que ha sido muy estudiado en poblaciones sometidas a situaciones de estrés no ordinarias, como los secuestrados, los prisioneros de guerra y los confinados durante largos períodos por diferentes circunstancias. Esta es la pandemia oculta del coronavirus ¿Qué se espera que suceda en la salud mental de la población después que pase la pandemia? Los estudios más recientes muestran que son cuatro las alteraciones que se presentarán como secuelas posteriores a la pandemia, siendo en su orden: los trastornos depresivos, los de ansiedad, los de estrés postraumático y los relacionados con la sensación de incertidumbre. Las personas más afectadas serán las de los extremos de la vida (ancianos y niños), y quienes padecen trastornos mentales preexistentes. 

¿Qué recomendaciones se les pueden dar a las personas? Lo más importante es conservar la calma, porque se ha encontrado de manera fehaciente que el estrés que vive un individuo se convierte en un factor de riesgo para su propia salud. En términos simples, como lo ha demostrado la psiconeuroinmunoendocrinologia (PNIE), la incertidumbre, la ansiedad, la depresión cursa con baja en el sistema de defensa orgánico y este es un campo propicio para el desarrollo de cualquier enfermedad (física o psicológica). Recientemente publiqué un libro titulado Cuida tu Salud Mental, Pautas para Vivir Exitosamente en los Momentos de Crisis, en el cual propongo una serie de recomendaciones para cuidar la salud mental en momentos en que los mecanismos psicológicos de los seres humanos están siendo sometidos a pruebas tan difíciles. Una buena salud mental es el primer requisito para superar esta contingencia que hemos estado viviendo en los últimos 19 meses. www.urielescobar.com.co

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