¿Para qué creó Petro 9 embajadas nuevas y 116 cargos diplomáticos?

El Ejecutivo defendió que va en consonancia con el interés del primer mandatario de convertirse en líder global.

Fuente – Colprensa / En medio de la polémica tras la suspensión durante tres meses del canciller Álvaro Leyva por parte de la Procuraduría, se conoció un controvertido decreto del Ministerio de Relaciones Exteriores firmado en noviembre pasado en el que se crean nueve embajadas nuevas y 116 cargos en la Cancillería.

Además de las críticas por la burocracia que se sigue concentrando en el Ministerio, se confirmó que una de esas nuevas embajadas será ocupada por el exsenador Armando Benedetti, quien llegará a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con sede en Roma, Italia. Se trata de una embajada que sumaba 25 años inactiva.

Benedetti regresará al Gobierno después de estar alejado por casi siete meses del gabinete, luego de que renunció a su cargo diplomático en Venezuela, tras un fuerte choque con Laura Sarabia, en ese momento jefa de gabinete y en la actualidad, directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), en medio del escándalo por la interceptación telefónica a Marelbys Meza y su prueba en el polígrafo.

Además de esa embajada, Colombia abriría representación diplomática en Etiopía o Surinam –tras el periplo de la vicepresidenta Francia Márquez en África–, así como en República Checa y Rumanía.

En materia burocrática, los 116 nuevos cargos se distribuyen así: 14 asesores para el despacho del canciller, sumado a 10 profesionales especializados; 27 auxiliares de misión diplomática; 20 ministros consejeros; 21 consejeros de Relaciones Exteriores; nueve segundos secretarios de Relaciones Exteriores, Y 15 profesionales especializados.

Sin embargo, en el mismo decreto también se suprimen de la planta de personal del Ministerio de Relaciones Exteriores 11 auxiliares de misión diplomática.

Tal como se lee en el Decreto 1882 de 2023, la creación de los nuevos puestos corresponde a “el fortalecimiento de la planta de personal” con el fin de garantizar el posicionamiento global y regional de Colombia por medio del papel que cumple el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Sin duda, el presidente Petro ha mostrado, desde su discurso de posesión, un particular interés en convertirse en líder global y estos nuevos cargos le podrían ayudar en ese propósito.

Solo en 2023, los gastos de personal de la Cancillería ascendieron a más de medio billón de pesos: en total, $543.591 millones. De hecho, se septiembre pasado –con miras a las necesidades de gastos de funcionamiento para 2024–, se incluyó un rubro por $15.650 millones que corresponden a la apertura programada de 10 embajadas en el exterior durante este año.

El decreto fue firmado por el presidente Gustavo Petro, el canciller Álvaro Leyva, el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla y el director administrativo de la Función Pública, César Augusto Manrique.

Actualmente, Colombia cuenta con 63 embajadas en el exterior, sumado a 110 consulados y otras dos representaciones. Si bien el gobierno Petro llegó al poder con la promesa de dignificar el servicio exterior, se han priorizado las cuotas políticas sobre los méritos y la formación de carrera diplomática y consular.

El año pasado se conoció que cursaban 51 demandas contra la Cancillería por la designación de personas no idóneas para ocupar sus cargos.

En agosto pasado, María Angélica García, presidenta de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática (Unidiplo), denunció que había al menos 55 nombramientos diplomáticos de manera irregular. En esa línea, reclamó por indiferencia y silencio tanto de Leyva como de Petro.

De hecho, en noviembre pasado la justicia tumbó uno de los nombramientos más polémicos: el de Moisés Ninco Daza como embajador de Colombia en México. El Tribunal Administrativo de Cundinamarca decidió tumbar su nombramiento por cuenta de un error de procedimiento.

La designación fue polémica desde el inicio. No tiene título universitario y, para validar su nombramiento, acreditó un simposio y su participación en el modelo de Naciones Unidas de la Universidad de La Sabana. Su último trabajo fue de community manager.

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