EL DEDO EN LA LLAGA / ¡Sin Vergüenza!

CABEZOTE alvaro rodriguezNo se como define el DRAE, la palabra cínico. Pero este funcionario es un SINVERGUENZA. No se como la define esta joya del castellano.

No ha estado en los cargos públicos. Ha saltado, ha brincado con garrocha por encima de casi ya media docena de cargos con más pena que gloria. ¡Sin verguenza! Camuflado, pese a la categoría de varios  de las “responsabilidades” asignadas,  recomendado por la Casa de la Democracia, por el liberalismo viejo y por la U nueva.  Eso está bien pero ¿quién controla sus andanzas? Le basta con ser un modesto burócrata que todo lo que coge lo daña? ¿Un vulgar tragasopas, montado sobre los lomos de la nómina?

No voy a cometer el error de decir que costeño tenía que ser. Jamás. Es un “rin –rin renacuajo paseador” por el Área Metropolitana, por la gobernación y la Alcaldía de Pereira. ¡De un desparpajo único!

No conozco bien de sus andanzas por el Fondo de Vivienda de Pereira. Dejemos ahí.

Pero estoy seguro que la U con su Senador y Representante, deben una explicación a la ciudadanía de quienes se perpetúan dejando huella. De elefante, de rinoceronte que mata la hierba. Así como tiene también, buenos servidores públicos. La maleza no se puede comer la ciudad como se traga los directorios por falta de freno a tanta bellaquería.

Como un día lo señalé a tiempo sobre el rumbo sin ruta de MEGABÚS y que hoy sigue en el limbo llevándose lo que encuentre a su paso. Con un liquidador que no liquida nada mientras los problemas económicos florecen como la maleza del amigo costeño. Reconocer errores es corregir a tiempo. Rectificar antes que sea tarde.  Pero en la U y en el gobierno, poco gustan de este talante pese a las bravuconadas y al silencio creciente del Senador Soto. Mucho me temo que si sigue mirando de reojo, va a terminar fundiendo su candidato a la alcaldía.

Sigo. Estuvo en MEGABÚS y hundió el acelerador para casi estrellar el proyecto. Pero lo siguen ascendiendo. Montado en la escalera. Sigue en nómina “vegetando”. “Vegetando”, digo yo, porque lo llevaron a Parques y Arborización. ¡Nada más desastroso! La ciudad no tiene ornato. Es una ciudad enmalezada. Con musgo. Es un cuerpo desmembrado de la Secretaría de Infraestructura, entidad que  tiene la responsabilidad del mantenimiento de los parques. Cada quien por su lado.

Ahora, recuerda un pinche de funcionario  – boxeador,  existe esta dependencia encargada de “podar” muchas vergüenzas.

Esto no es un asunto particular. Ni privado. Ni de poca monta como lo ridiculiza este cínico – burócrata que está haciendo quedar “muy bien”  a la arquitectura. El paisaje urbano de Pereira es un desastre. Es una burla como burla son sus nefastas salidas creyendo que le habla a tontos. Sin respeto alguno. Con un descaro inaudito. Impúdico.

No hay derecho que esto suceda y que su séquito se sume al coro “enviando condolencias”. Condolencias, digo también, porque la ciudad busca generar nuevos cuerpos que entre todos nos escuchemos y conciliemos un sueño colectivo. Una ciudad más amable, con más arboles, con más zonas verdes, sustentable, con mayor movilidad y espacio público. Que controle  el nivel creciente del ruido, que reduzca la contaminación visual, que dispare reacciones contra los escombros y las basuras.
Incluso, que “pode” funcionarios cubiertos con “maleza” oficial.

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