EL DEDO EN LA LLAGA / Liberalismo: ¡náufragos en alta mar!

CABEZOTE alvaro rodriguezRazón tiene el ex Senador y ex Representante a la Cámara por el partido liberal, Germán Antonio Aguirre Muñoz, al señalar que este es un partido a la deriva.

Que de 72 mil votos, en las tres últimas elecciones, se está reduciendo a cifras dramáticas. Hasta el punto que de 4 diputados en la actualidad y 4 concejales, se presume que cederá espacios en materia de curules. En Risaralda, ni hablar. La ausencia de partido es grave. Tuvo un senador y dos representantes. Se paseó invicto por muchas plazas. En la pasada contienda para el Congreso, hubo feria de respaldos. Superó los 17 candidatos al senado en una inexplicable repartija. A duras penas, el representante salvó el pellejo.

Cada diputado y concejal semejaba un directorio portátil. Tenía su propia registradora y agenda. Hubo travetismo político y mermelada al por mayor.

Hubo liberales votando por conservadores, la U y Cambio Radical en una abierta sinfonía de peligrosos (costosos, también) endosos.

En esas aguas, el liberalismo es un náufrago como lo sintetiza Aguirre, el hoy aspirante a la gobernación -de manera curiosa- por un partido distinto al que siempre lo protegió y lo alzó en hombros. Eran tiempos de gloria con un partido que en Risaralda tenía prestigio, capital humano, autoridad, orden, mando. Que pensaba y fue constructor de ciudad y región.

Las bases liberales están en fuga y hay que reagruparlas y esa es su meta, repite un Germán Aguirre, con dolor de partido y en búsqueda de sufragios.

En Santa Rosa, están pensando si sacan o no listas al Concejo por temor a no tener umbral. Posee dos alcaldías (Apìa y Balboa) A duras penas, resumen, lo llaman para que haga alianzas. De bulto. Hoy tiene candidato a la alcaldía de Pereira pero la gobernación hace parte del arreglo electoral. Del tamal político que se negocia.

En las últimas contiendas se ha dejado pisotear por penosas ambiciones personales. Como partido no tiene interés colectivo. El anclaje político circunscrito al yoismo. Incluso, le piensan montar plan B para sumar horrores y deleite para la clientela.

Confiesa con dolor – ahora en trance que la U y cambio radical le levanten la mano -que dicha carpa política, está despedazado. Vuelto añicos. A sus directivos, reza, “no le interesa el partido”. Se duele incluso que tenga montados intereses diversos con “quienes tan siquiera les interesa la paz”. De esto señala a conservadores y Centro Democrático.

Lo volvieron trizas, advierte Aguirre que estuvo en el tinglado rojo, dando de pie numerosas luchas.

La actividad política convertida en negocio. Aquí también, bueno repetirlo, está tercerizada.

Por eso, también, no es extraño ver apoyos cruzados para aspirantes a gobernadores y alcaldes. Hace parte del despelote institucional rojo. La radiografía no puede ser más lamentable a la hora del inventario. Quienes quisieron oxigenarlo, fueron asfixiados.

La base liberal está hoy en muchos directorios. Han creado el movimiento de salvación personal como antídoto a sus malos manejos y a una dirigencia que no enfila sino que desafía.

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