Nobel de la Paz regresa a Latinoamérica 24 años después de Rigoberta Menchú

El Comité Nobel de Noruega volvió a poner hoy su mirada en Latinoamérica al conceder el Nobel de la Paz al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, 24 años después de que se distinguiera el trabajo de la guatemalteca Rigoberta Menchú en favor de los derechos de los indígenas de América.

Santos, premiado por sus esfuerzos para alcanzar un acuerdo de paz tras 52 años de conflicto armado en Colombia, se une a un amplio grupo de mandatarios internacionales que a lo largo de los años han sido distinguidos con el prestigioso galardón por negociar el cese de conflictos.

Un precedente destacado es el presidente de Costa Rica Óscar Arias Sánchez, premiado en 1987 por su trabajo en favor de la paz en Centroamérica y sus esfuerzos para conseguir el acuerdo de paz firmado en Guatemala el 7 de agosto de aquel año.

Décadas antes, en 1936, el ministro de Exteriores argentino Carlos Saavedra Lamas se convirtió en el primer Nobel de la Paz latinoamericano por su labor como mediador en el conflicto entre Paraguay y Bolivia.

Alfred Nobel, el magnate sueco que creó los galardones, dejó escrito en su testamento que el premio debía reconocer a personas que contribuyeran a fomentar la fraternidad entre las naciones, a la reducción de armamento y la promoción de la paz.

El Comité Nobel ha distinguido en varias ocasiones la implicación de líderes en negociaciones de paz en distintos puntos del planeta, como ocurrió en 1994 al galardonar al entonces primer ministro israelí Isaac Rabin, el presidente palestino Yasir Arafat y el ministro de Exteriores israelí Simon Peres, recientemente fallecido.

En 1978 habían sido galardonados el primer ministro israelí Menachem Begin y el presidente egipcio Mohamed Anwar al-Sadat por los acuerdos de Camp David.

En Europa, el Nobel certificó el cierre del conflicto norirlandés en 1998 al recaer en el líder nacionalista norirlandés John Hume y el unionista David Trimble, considerados los artífices de la paz.

El último mandatario premiado con el Nobel de la Paz, en 2011, fue la presidenta de Liberia Ellen Johnson Sirleaf, dos años después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, fuera también distinguido por su apoyo al fortalecimiento de la diplomacia internacional.

El único que ha rechazado el Nobel de la Paz ha sido precisamente un líder político premiado por sus esfuerzos por la paz, el norvietnamita Le Doc Tho.

Se le concedió en 1973 compartido con el secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger por sus negociaciones del acuerdo para acabar la guerra en Vietnam, pero Le Doc Tho señaló que no podía aceptarlo por la situación en la que había quedado el país.

El Nobel de la Paz se ha concedido en 96 ocasiones desde 1901, con varias ediciones sin galardones, principalmente durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

Entre los 129 galardonados -el premio ha sido varias veces compartido- hay 103 personas y 23 organizaciones, con el Comité Internacional de la Cruz Roja tres veces distinguida y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, dos.

El Nobel de la Paz, que contó este año con la cifra récord de 376 candidatos, es el único de los Nobel que no se otorga ni entrega en Estocolmo, sino en Oslo, por deseo expreso de Alfred Nobel.

Suecia y Noruega estaban unidos en ese momento, hasta que el segundo país logró la independencia en 1905.

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